• Opinión:

 

¿AYUDAR O NO AYUDAR?

 

Por Ricardo García Jiménez/APIM.

Ante la tragedia humana causada por los terremotos, tsunami, inundaciones, huracanes o algún otro fenómeno “natural”, estas son provocados por el mismo hombre, pues en la edificación de viviendas y/o edificios en la orillas de los ríos, laderas de los cerros, suelos carentes de sustentabilidad o cercanas a los orillas del mar, es una constante que se presenta a lo largo y ancho de nuestro territorio debido principalmente por la ambición de las grandes constructoras, la corrupción de los diferentes niveles de gobiernos para planear y construir proyectos de asentamiento humanos en aquellas zonas que la misma naturaleza ha marcado como peligrosas. Y que vinculado a la construcción de edificios con materiales de mala calidad se combinan para condesar una segura tragedia humana. En estas desgracias recaen siempre en los más pobres y marginados quienes sufren esas consecuencias al perder sus patrimonios o seres queridos. 

Aunado a la tragedia que vive el ciudadano afectado es, por una parte, la falta de una coordinación entre los gobiernos federal, estatal o municipal para enfrentar una emergencia como la acontecida el pasado jueves 07 donde el temblor de 8.2 grados que sacudió el sureste del país.

 

  • sismo
  • Los más pobres y marginados quienes sufren esas consecuencias al perder sus patrimonios o seres queridos.
  • Esta tragedia también deja ver la incredulidad que tienen la gente solidaria y generosa para entregar las ayudas a los damnificados a través de las dependencias de gobierno, debido por los constantes actos de corrupción que muchos de sus funcionarios de distintas dependencias hna sido evidenciados, y se corre el riesgo de que las ayudas no lleguen a quienes realmente lo necesiten.

    Por otra parte, el oportunismo que organizaciones, sindicatos, políticos y partidos políticos hacen de la tragedia huamna para auto-promocionarse en miras a las elecciones del 2018.  

    Haciendo un seguimiento por redes sociales se pudo visualizar que todo mundo (organizaciones, políticos y partidos políticos, etc.) les nace de la noche a la mañana el espíritu de ayudar con las aportaciones de otros ciudadanos a los más afectados por estos fenómenos naturales. En otros casos la ayuda es condicionada en algunos puntos del Istmo de Tehuantepec, ya que con credencial de elector en mano, se les pide que apoyen a tal o cual personaje. De igual forma organizaciones tratan de dar una imagen de benévolos y hunamitarios para crear la imageb de estar con el pueblo haciendo la entrega de despensas, cobijas, agua y medicamentos con el objetivo de desmitificar de que no son organizaciones reaccionarias ni violentas. 

    Ante el dolor y la pérdida ajena, la sociedad mexicana se encuentra en su mayoría en un dilema: ¿Ayudar o no ayudar? Eh ahí el problema. Esa confusión y duda se acentúa aún más cuando por años en algunas comunidades en zonas marginadas las fuerzas militares han acosado y amedrentado a sus habitantes, y también de un día a otro, la milicia distribuye ayuda a través de su plan DN3. 

    Como se puede ver México vive inmerso en una bivalencia ante los fenómenos naturales: por un lado, la corrupción que permite el desarrollo de asentamientos humanos en lugares peligrosos que junto a la construcción de habitaciones con materiales defectuosos o de baja calidad por las desarrolladoras inmobiliarias, y en la catástrofe, ser rehén de los intereses de organizaciones y/o partidos políticos que condicionan la ayuda. Los más pobres no tienen para adónde hacerse. 

    Considero que si su voluntad es ayudar lo haga a través de la Cruz Roja Mexicana u organismos internacionales que cuentan con más solvencia moral y la experiencia en momentos de tragedia, ya que aquellas organizaciones y personajes nacionales, estatales y/o regionales que convocan a través de redes sociales para apoyar a los daminficados no sé sabe que obscuras intenciones persigan.

    Lo más recomendable es que usted se organice con sus vecinos, amigos o familiares y entregue la ayuda personalmente a los que la necesiten dejando un testimonio video grabado para que no se dude de que la ayuda no llegará. O utilice las organizaciones internacionales.